1334-1409
Cuántos personajes de
la Historia han pasado desapercibidos para nosotros, ya que sólo estudiamos los
hechos más importantes. Y aunque éste lo fuera, no influyó en nada posterior,
es por eso, por lo que con mi estilo de relato corto y conciso, os lo traigo
para que conozcáis de lo que fue capaz esta mujer sevillana.
Ya hemos visto, en otro capítulo la historia de D. Pedro I el Cruel y el Justiciero. Aquí vamos a ver un aspecto diferente del monarca. Y es que le iban las mujeres , más que nada y no se detenía por nada y era capaz de todo.
Aquí entra esta triste historia. La empezaremos por el final.
Dª María, para librarse del acoso del Rey, no dudó en desfigurarse la cara y el pecho con aceite hirviendo. ¿Y, por qué llegó a este extremo?
Ella era noble. Su padre, era Señor de Montalbán (Toledo) que tenía el favor del Rey Alfonso XI. Gracias a esto logra el señorío de Medina Sidonia en Cádiz. Su madre, Dª María de Portugal. Pero su padre tuvo 5 hijos con una favorita. Cuando muere su padre, su madre encarceló y asesinó a la favorita. Así se las gastaban entonces.
Ella se casó con el Infante Juan de la Cerda, (que os sonará), miembro de una familia que descendía de Alfonso X el Sabio, de Luis IX de Francia y de Guzmán el Bueno.
El asesinato de la concubina de su padre provoca la enemistad con el Rey. Y se declara una Guerra Civil. Presionan al Rey para que se case con Dª Blanca de Borbón, aunque él tenía a su amante Dª María de Padilla en el Castillo de Urueña en Valladolid, al final se casan y sin justificación alguna (unos dicen que no recibió la dote, otros que la princesa le había sido infiel)la encerró en el Castillo de Arévalo, primero y más tarde en el Castillo de Medina Sidonia, donde la mandó asesinar. Pocos escrúpulos tenía, el señor.
D.Pedro se encaprichó de María Coronel e intentó por todos los medios, tener relaciones con ella. Cuando digo por todos los medios, quiero decir POR TODOS LOS MEDIOS.
1º Incautó las posesiones de su familia
2º Ordenó la prisión y muerte de su esposo
Ante esta situación, ella ingresó en el Convento de Santa Clara de Sevilla, donde profesó como monja.
El Rey, no respetó los límites del Convento, sino que lo invadió para acceder a ella.
Y la única salida que tuvo, fue la que ya os he contado.
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SI QUERÉIS CONOCER MÁS HISTORIAS SOBRE MUJERES conectaros a la página web:
www.mujeresenlahistoria.com/
Ya hemos visto, en otro capítulo la historia de D. Pedro I el Cruel y el Justiciero. Aquí vamos a ver un aspecto diferente del monarca. Y es que le iban las mujeres , más que nada y no se detenía por nada y era capaz de todo.
Aquí entra esta triste historia. La empezaremos por el final.
Dª María, para librarse del acoso del Rey, no dudó en desfigurarse la cara y el pecho con aceite hirviendo. ¿Y, por qué llegó a este extremo?
Ella era noble. Su padre, era Señor de Montalbán (Toledo) que tenía el favor del Rey Alfonso XI. Gracias a esto logra el señorío de Medina Sidonia en Cádiz. Su madre, Dª María de Portugal. Pero su padre tuvo 5 hijos con una favorita. Cuando muere su padre, su madre encarceló y asesinó a la favorita. Así se las gastaban entonces.
Ella se casó con el Infante Juan de la Cerda, (que os sonará), miembro de una familia que descendía de Alfonso X el Sabio, de Luis IX de Francia y de Guzmán el Bueno.
El asesinato de la concubina de su padre provoca la enemistad con el Rey. Y se declara una Guerra Civil. Presionan al Rey para que se case con Dª Blanca de Borbón, aunque él tenía a su amante Dª María de Padilla en el Castillo de Urueña en Valladolid, al final se casan y sin justificación alguna (unos dicen que no recibió la dote, otros que la princesa le había sido infiel)la encerró en el Castillo de Arévalo, primero y más tarde en el Castillo de Medina Sidonia, donde la mandó asesinar. Pocos escrúpulos tenía, el señor.
D.Pedro se encaprichó de María Coronel e intentó por todos los medios, tener relaciones con ella. Cuando digo por todos los medios, quiero decir POR TODOS LOS MEDIOS.
1º Incautó las posesiones de su familia
2º Ordenó la prisión y muerte de su esposo
Ante esta situación, ella ingresó en el Convento de Santa Clara de Sevilla, donde profesó como monja.
El Rey, no respetó los límites del Convento, sino que lo invadió para acceder a ella.
Y la única salida que tuvo, fue la que ya os he contado.
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